Soluciones prácticas para el embalaje de obras de arte
Artículo revisado por el Comité
Las obras de arte son mercancías muy valiosas y delicadas. Por este motivo al momento de ser trasladadas (por compra, mudanza o cambio de sitio de exposición) deben tomarse las precauciones debidas para que no se deterioren. Uno de los aspectos fundamentales a tener en cuenta es el tipo de embalaje a utilizar.
Cada vez son más las empresas del sector de mudanzas que se especializan en embalaje, manipulación y traslado de obras de arte y antigüedades. El procedimiento no es sencillo y debe cumplir con ciertas pautas técnicas para evitar distorsiones o flexiones en el soporte de obras de gran tamaño u otros daños significativos ocasionados por movimiento bruscos.
Lo primero que hay que tener en cuenta es el tipo de desplazamiento que se va a realizar: no es lo mismo preparar un embalaje para una mudanza nacional que para un trayecto internacional. Lo siguiente que hay que pensar es qué tipo de obras y objetos de arte o antigüedades tenemos que mover puesto que no se puede generalizar el tipo de embalaje que le asignaremos a cada uno.
Las esculturas, por ejemplo, deben sujetarse al embalaje externo utilizando travesaños colocados a distintos niveles del cajón. La caja, además, debe tener un interior acolchado con politileno para amortiguar posibles golpes. Para las esculturas de mármol hay que evitar el uso de materiales con tinta de color porque pueden producir manchas.
Por otra parte, si tenemos que trasladar antigüedades de metal, es muy importante que consideremos protegerlas de la humedad. No se debe utilizar en este caso ningún tipo de envoltura de plástico porque al entrar en contacto con la humedad podría generar corrosión. Si las piezas son de cerámica el procedimiento a seguir será similar al de la escultura pero rellenando el interior de las mismas para evitar fisuras irreparables.
Para los cuadros se recomienda no apilarlos en cajas y utilizar separadores para evitar roces en los cantos (puede utilizarse cartón en las aristas del marco). Debemos tener en cuenta que la región más delicada es la zona frontal y que por lo tanto debería evitarse todo contacto con ella. Puede utilizarse en este caso un material envolvente como el papel de seda de ph neutro o glassine colocando además, en la parte trasera, cartón pluma y sujetarla luego a un bastidor. Estas acciones evitarán deterioros por vibración y cualquier peligro de desprendimientos y craqueladuras.
Para que lo memorices: un buen embalaje debe ser sólido, seguro, durable y debe adecuarse a las particularidades (físicas y químicas) de los objetos que deba proteger.
En líneas generales, no hay que olvidar que profundizar en este tipo especial de embalaje para objetos delicados puede significar para la empresa de mudanzas un valor agregado y una diferencia competitiva en relación a otras mudanceras. Entonces, invertir en este tipo de formación especializada para el personal de la empresa puede representar mayores beneficios en el futuro.